Uno de los recuerdos que guardo, entre tantos, de mi niñez es cuando mi padre me llevaba a "cenar" a la plaza del Congreso. Frente a esta y sobre Av. Rivadavia se encontraba una pizzería la "Nápoles" que hacía una muzzarella "memorable", allí nos cruzabamos con mi padre luego de estacionar su auto sobre la plaza y nos comprabamos una grande de aquellas... que rica pizza...!!!
Comer esas escurridizas porciones dentro del auto, haciendo malabares para no manchar mi ropa con aceite y que luego mi madre se enojara, viendo las aguas danzantes espectacularmente coloridas de la fuente, los autos y la gente pasear es algo que añoro.
Lamentablemente esa pizzería ya no existe, y nunca más vi las aguas danzantes, pero si cierro los ojos aún puedo revivir esa mezcla de sensaciones tan lejanas que sentí en aquel entonces de mi suave infancia.
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