Este hombre se llama Fabían y es un ex-combatiente de la Guerra en Malvinas. Actualmente, o mejor dicho al momento de tomarle estas fotos, vivía en un colectivo adaptado como vivienda estacionado sobre la Av. Díaz Velez al 3600 de la ciudad de Buenos Aires.
Dentro de este vehículo parece tener todo lo necesario e innecesario que pueda pensar necesitar. Me invita a comer una ensalada de frutas mientras me examina. Yo le comento que decidí sacarle unas fotos porque me llamó la atención su manera de vivir, a lo cuál dice que se encuentra relativamente cómodo y que si está allí es por culpa de su mujer, cocainómana, a la cuál él debía cuidar ya que de alguna forma ella no podía cuidarse sola a causa de su enfermedad.
Por algún motivo le caí bien, y me invitó a pasar dentro de su casa. Una vez adentro me mostró una foto que le habían sacado anteriormente y me contó que en la guerra hizo un amigo fotógrafo, el cuál después falleció a causa del fuego y que es por eso que le caen bien los fotográfos, motivo por el cual accedió a dejarse retratar.
En determinado momento y cuando yo ya había obtenido una buena toma salí fuera del colectivo casa, y fué ahi cuando me mostro algo que me dió impacto pero a la vez me demostro la belleza de la muerte, un amor enfermizo por donde se lo mire pero poético.
{aquel que sufre la muerte de sus compañeros en una causa tan estúpida como perdida,
cuando ve a la muerte no le llora, la odia y se le ríe por habérsele escapado.}