Tu emoción me desarma,
me rompe, me gana
me pellizca desde adentro
y me avisa que no estamos en un sueño.
Verte emocionada
me devuelve a niño.
En ese momento,
yo también abro las compuertas de mi ser
con total permiso
concedo libertad a mis lágrimas
y vivo.
Todo en un instante.