martes, 29 de octubre de 2013




Uno de los recuerdos que guardo, entre tantos, de mi niñez es cuando mi padre me llevaba a "cenar" a la plaza del Congreso. Frente a esta y sobre Av. Rivadavia se encontraba una pizzería la "Nápoles" que hacía una  muzzarella "memorable", allí nos cruzabamos con mi padre luego de estacionar su auto sobre la plaza  y nos comprabamos una grande de aquellas... que rica pizza...!!! 
Comer esas escurridizas porciones dentro del auto, haciendo malabares para no manchar mi ropa con aceite y que luego mi madre se enojara, viendo las aguas danzantes espectacularmente coloridas de la fuente, los autos y la gente pasear es algo que añoro.
Lamentablemente esa pizzería ya no existe, y nunca más vi las aguas danzantes, pero si cierro los ojos aún puedo revivir esa mezcla de sensaciones tan lejanas que sentí en aquel entonces de mi suave infancia.

domingo, 27 de octubre de 2013

Hoy me tocó ir a votar, y como no tengo el cambio de domicilio hecho correctamente debí viajar hasta Martínez, Prov. de BsAs., dado que allí se encontraba la mesa de sufragio que me correspondía por padrón. "Todo esto" gracias a pasarme el domicilio a la casa de una antigüa novia para safar del examen de manejo, ya que en dicho distrito la prueba para obtener el carnet de conductor era mucho más facil, al menos en aquel entonces. Así fue lo "fácil" que me salió el tramite... 10 años después de no tener nada que ver con esa chica sigo votando cerca de donde era su antigua casa...
Pero en fin, por suerte ya hice los trámites correspondientes y supuestamente las próximas elecciones me tocará votar cerca de mi domicilio actual, donde vivo junto a mi compañera desde hace más de 5 años.

He aquí mi periplo:
Me levanté tarde, una de la tarde para ser más exacto; ayer me dormí a cualquier hora... y sobre el límite emprendí viaje. Tomé el 114 que me llevó hasta Villa Urquiza (45') y de ahí empalmé con el 71(otros 45') que me depositaba a unas 10 cuadras (de campo) del lugar de votación. Al bajar del 71 pasé por el baño de una estación de servicio que muy amablemente me brindó sus instalaciones para alivianar la ansiedad de un largo viaje...
Luego de atravezar una extensa zona trazando zig zags logré dar con el bendito establecimiento educativo.
Al entrar, corroboré la mesa que me correspondía (la 255 jugale que hoy sale) y al llegar a la misma, para mi suerte, se encontraba casi vacía.. Esperé un breve momento y luego de enlistarme acometí mi derecho/obligación ciudadana. Obviamente no diré a quién vote porque, desde luego, a nadie le importa.

Ya volviendo para mi Floresta querido rumbié por el lado de Panamericana y casi llegando al cruce con Paraná me encontré con una escena que parecía una metáfora irónica. Un león de peluche desparramado al costado del camino cual perro o gato que se fué al cielo; pobre destino... igual al de muchos otros peluches y mascotas. Seguramente se le voló a algún niño cuando lo llevaba, simulando hacerlo volar, desde el auto de sus padres sacándolo peligrosamente por la ventanilla... (peligrosamente lo digo por el pobre peluche que miren como quedó pobresito... abandonado y maltratado por las inclemencias del tiempo y el olvido.)
Así que haciendo honor a mi cursilería habitual lo recogí y lo metí en mi mochila. Ahora el León está en casa después de un viaje estresante. Quizá le lleve tiempo adaptarse al nuevo hogar pero creo que mis gatos irán enseñándole las normas y beneficios de vivir una nueva vida lejos de las autopistas, y del peligro.



sábado, 26 de octubre de 2013

viernes, 25 de octubre de 2013

un
 poco 
de 
música 
no 
vendría 
nada 
mal
...



Un amigo, "angelito" me dijo hoy:

                                                     

"la Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve" 




Evidentemente a él le pareció atinado ese pasaje de la biblia y quiso compartirlo conmigo. Ahora soy yo el que hace lo mismo.




martes, 22 de octubre de 2013

El día que Marmolado se convirtió en trueno.

Pasó un tiempo, hasta que decidí volver aquí. Mis palabras ulteriores me marcaron el destino de este espacio y me costó escribir sin recordar y entristecerme. 
El día que nos enteramos que Marmolado había muerto producto de un accidente, llovió. Finalmente y luego de varios días de angustia y esperanza cayeron rayos como si el cielo supiera algo.
Por fin pude llorar a cántaros y reconocerlo como un ángel que no lo veré más pero que estará siempre. Ojalá cuando me llegue la hora, se concrete la fantasía de encontrarme en el cielo con todos mis seres queridos y en ese momento Marmolado llegue a mi encuentro moviendo la cola y con sus orejas hasta el piso.
Me alegro de haberte conocido querido amigo. Hasta cualquier momento.



sábado, 5 de octubre de 2013

Estuve pensando mucho en este blog, y en la posibilidad que me brinda de volcar en caracteres que se transforman en palabras a veces con sentido y muchas sin ser justas pero que principalmente provienen de mi cabeza, mi mundo. También me atrae creer que en realidad esto nadie lo lee, y he aquí el verdadero atractivo... un espacio publico que nadie frecuenta y del que solo yo hago uso. Por eso es que este reducto de mi conciencia intentará ser lo más fiel a mi estilo, errático, apasionado pero sobre todo espontáneo.
Hasta aquí por ahora. Quizá más tarde tenga realmente algo para decir.

PD: Marmolado sigue sin aparecer y cada vez parece más lejana la posibilidad de volver a encontrar a quien es sin lugar a dudas mi perro andalú.

viernes, 4 de octubre de 2013

Hace días siento una angustia que aparece y desaparece. La verdad es que se debe a algo que quizá no sea nada, pero que de todas maneras, el hecho de no saber, o presuponer lo peor me genera una desazón que me quita la felicidad, si es que en ese momento la siento, y sino me hunde aún más en el desasosiego.
En este preciso momento el estar pensando en esto me genera tristeza. Ojalá supiera, que todo se debe a mi imaginación y a la obstinada forma que tengo de pensar siempre lo peor.
Han tratado de persuadirme de que no debo preocuparme por eso, pero hasta en los más creyentes puedo dilucidar que no están del todo seguros y que a ellos también les preocupa, pero tratan de ocultarlo para no darle demasiada importancia, o quizá para desalentarme a pensar así.  
Extraño la sensación de felicidad, hasta ese momento no tan extrañada como ahora, que me daba saber que caminabas, y que en alguna parte... en algún lado estabas.
Hace unos días pase por tu casa, vi una luz prendida, pero ninguna señal de vida. Las persianas estaban bajas, las paredes despintadas, todo parecía indicar que no estabas.
Cada vez que salgo a comprar cigarrillos te busco por los pasajes donde solías andar pero nada, ningún rastro.
Le pregunté a cada persona con la que tengo confianza y que presuponía que te conociera y me dijo que tampoco te ve desde hace días, a lo que le pedí que si te veía me avisara. 
Por momentos siento deseos de salir por las calles a buscarte quien sabe dónde, preguntarle a los vecinos de la cuadra, tomar el coraje de pegar carteles pidiendo aportar datos sobre tu paradero, pero luego me desalienta el prejuicio de que en el barrio soy nuevo y la gente va a pensar que estoy loco por hacer de esto una especie de campaña cuando en realidad a nadie le importa la vida de un perro.
De todas maneras y para que esto no sea en vano le solicito a quién sepa algo de la existencia de mi perro callejero Marmolado le ruego me lo haga saber.
Te extraño amigo.



PD: Te sigo guardando huesitos, los tengo en el freezer por las dudas.